Si acabas de empezar en el mundo del cuidado de la piel, no te preocupes, todos empezamos desde cero, y lo más importante es dar el primer paso hacia una piel saludable y radiante. Por eso, te queremos compartir estos tips que harán de rutina un proceso más fácil:
1. Conoce tu tipo de piel.
Antes de empezar, es fundamental que identifiques tu tipo de piel: seca, mixta, grasa o sensible. Hacerlo te ayudará a elegir los productos adecuados y a personalizar tu rutina para obtener los mejores resultados.
2. Evita el agua caliente y no talles tu piel.
Lavarla con agua caliente puede contribuir a la sequedad, el aumento de picor e incluso la aparición de dermatitis. Al momento de secarla, hazlo con toquecitos en vez de frotar para evitar irritación.
3. No uses estropajos o esponjas.
Hacerlo puede causar daños en la capa superficial de nuestra piel como manchas o pequeñas lesiones, provocando que tengamos que utilizar otros productos para restaurarla.
4. El orden correcto.
La mejor manera de aplicar tus productos de skincare siempre será del más acuoso al más espeso, por ejemplo: agua micelar, limpiador, suero, contorno de ojos, hidratante y protección solar.
5. Reaplicar tu protector solar.
Aunque no lo parezca, no es suficiente con aplicar protector solar antes de salir de casa. La radiación solar y la luz azul emitida por las pantallas generan un daño constante a nuestra piel, por eso es importante reaplicar tu protector cada 3 o 4 horas si estás en interior y cada 2 si estás en exterior.
6. Lava tu rostro 2 veces al día.
Limpiar tu carita por la mañana y por la noche asegura que elimines la suciedad, sebo y partículas contaminantes que se haya acumulado.
7. Manos limpias.
Manipular tus productos de skin care con las manos limpias evitará que se contaminen y que no propaguemos bacterias en la piel.
8. Tus sueros en frío.
¿Sabías que mantenerlos en temperaturas frías, ayuda a prolongar la vida de tus sueros?
La temperatura baja ayuda a potencializar el efecto lift y refrescante, que a la vez ayudará a desinflamar la piel y evitar enrojecimiento.
Además, el frío reduce los poros abiertos.